sábado, 21 de marzo de 2015

La cueva de “Los ojos de Dios”

Uno de los muchos fenómenos de la naturaleza que se puede encontrar en Bulgaria es la cueva de los “Ojos de Dios”, a la que los búlgaros llaman “Prohodna”. Como kárstico, carst o carso se conoce a una forma de relieve originada por meteorización química de determinadas rocas, como la caliza, dolomía, yeso, etc., compuestas por minerales solubles en agua.


Un área de rocas kársticas del cañón de Karlukovo está situado a lo largo del río Iskar, cerca de la población de Lukovit y a 110 km al Noreste de Sofía. En esta zona se encuentran algunos fenómenos naturales muy interesantes además de “Prohodna”: el cañón del río Iskar y muchas otras cuevas, más de 240 registradas, algunas utilizadas en la antigüedad, siglos XIII y XIV, como Monasterios dentro de la propia roca.


La cueva de Prohodna tiene una longitud de 262 metros, su nombre búlgaro significa “entrada” debido a las 2 entradas que tiene la cueva de grandes dimensiones, una de 45 metros de altura y la otra de 35 metros; se puede caminar de una a otra fácilmente por el interior de la cueva como si de un enorme túnel se tratara.

La cueva es única porque hacia la mitad hay 2 enormes agujeros en el techo de roca kárstica con forma de ojos, que se conocen como “los Ojos de Dios”. Desde el interior de la cueva puede verse el cielo y cuando la Luna está cerca la fotografía que se puede conseguir es de las que se recuerdan siempre…


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