viernes, 4 de diciembre de 2015

Nikolai Ivánovich Vavílov


    Nikolai Ivánovich Vavílov (Moscú 1887-Sarátov 1943) estudió agronomía en el Instituto Agrícola de Moscú, en donde se graduó en 1911. Durante los años 1913-1914 trabajó en el laboratorio de William Bateson, uno de los fundadores de la genética, con quien mantuvo amistad hasta su muerte en 1926. Su primera expedición larga la hizo a Persia y al Pamir en el año 1916. Los descubrimientos que hizo entonces lo convencieron de que debía seguir explorando por todo el mundo para entender la variabilidad de las plantas cultivadas y poder aplicarla en la mejora de los cultivos. En 1918, siendo profesor en la Universidad de Sarátov, comenzó a trabajar para la Agencia de Botánica Aplicada de Petrogrado. En 1921 sucedió a Robert Regel como director de dicha Agencia, a la que convirtió en uno de los centros más avanzados en mejora vegetal de su tiempo, con numeroso personal científico y estaciones de experimentación repartidas por la amplia geografía soviética. Desde este centro (llamado VIR a partir de 1924), desplegó un ambicioso programa de búsqueda de variabilidad por todo el mundo, ensayos de producción en diferentes latitudes y condiciones, creación de nuevas variedades y mantenimiento del banco de semillas, que llegaría a ser la mayor colección de todo el mundo. Publicó abundantemente sobre genética, mejora vegetal y geografía de las plantas cultivadas. En 1926 publicó su monografía sobre el origen de las plantas cultivadas, en la que por primera vez formula la teoría de los Centros de Origen, un pequeño número de lugares separados e inconexos en los que se domesticaron las primeras plantas. Viajó extensamente por todo el mundo y mantuvo contacto estrecho con los principales genetistas y mejoradores vegetales de su tiempo. Pero todos sus proyectos hubieron de quedar incompletos. Entre mediados de los 30 y los años 50, el también agrónomo T.D. Lysenko, salido de las filas del VIR, encabezó un pujante movimiento de rechazo a la genética, calificada de ciencia burguesa y capitalista. Aunque el lisenkoísmo no pasó de ser un delirio sin base científica, gozó del apoyo decidido de Stalin y las autoridades soviéticas, y desencadenó una represión que llevó a muchos biólogos rusos, opuestos a aquella pseudociencia, a prisión o a la muerte. Vavílov, arrestado en 1940 y encerrado en una cárcel de Sarátov, la ciudad del Volga en la que había iniciado sus investigaciones, fue dejado morir de hambre.


Vavílov en la cárcel 1942

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