jueves, 28 de enero de 2016

El recibimiento de Femen al presidente iraní en París

 

La organización feminista Femen recibió este jueves en París al presidente iraní, Hasán Rohaní, con el ahorcamiento simbólico de una de sus activistas en topless y con la bandera iraní pintada en el pecho.
Femen indicó que con esa imagen, con la Torre Eiffel de fondo, su intención es denunciar la situación de los derechos humanos en Irán y dar la bienvenida al "campeón del mundo de las ejecuciones públicas", aprovechando la primera visita oficial de un presidente de Irán a la Unión Europea en más de una década.
La intervención del grupo activista tuvo lugar en el puente Debilly, donde también desplegaron una pancarta en la que podía leerse, en inglés, el eslogan: "Bienvenido Rohaní, ejecutor de la libertad".

"A François Hollande (presidente de Francia) no le importan los derechos humanos, solo le importan los negocios", señaló en las redes sociales Femen, organización que tiene uno de sus centros de operaciones en la capital francesa.

La de Femen no fue la única protesta organizada en París a propósito de la visita de Rohaní. El Consejo Nacional de la Resistencia Iraní convocó para este jueves una manifestación contra "el régimen del presidente de la República Islámica, donde el número de ejecuciones es el más elevado del mundo".

 

El reciente deshielo de las relaciones diplomáticas de Europa con Irán tras el anuncio del acuerdo nuclear entre Teherán y las potencias del Grupo 5+1 (EEUU, Francia, Rusia, Reino Unido, China y Alemania) ha impulsado una inédita gira de Rohaní a Italia, el Vaticano y Francia.

Francia ha recibido al presidente iraní con la firma voluntad de simbolizar el deshielo en las relaciones del país asiático con Europa, que se traducirá en los suculentos contratos que van a anunciarse.

Por eso, dado lo importante de la ocasión, y para asegurarse de que nada ensombrece el paso triunfal de Rohani por París, sus anfitriones han decidido evitar la celebración de la tradicional cena de gala con la que se suele agasajar a los jefes de Estado. Antes que renunciar a servir vino en la mesa, como exigía la delegación iraní, así como de servir carne halal, las autoridades francesas han preferido obviar ese gesto de cortesía.

 

Esto no ha sido así en Italia, país que se ha desvivido por no ofender al presidente iraní. Prueba de ello ha sido que en su caso el Gobierno italiano sí ha optado por no servir bebida alcohólica en la cena e incluso ha cubierto las estatuas con desnudos para no provocar ningún problema.


 Fuente: http://www.huffingtonpost.es/2016/01/28/femen-paris_n_9098440.html?ncid=tweetlnkeshpmg00000001

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