viernes, 26 de mayo de 2017

"Soy periodista turco y huí de Erdogan en un bote de refugiados"

Habla el exdirector de una prestigiosa revista turca, que huyó a Grecia en un bote de refugiados tras las purgas pos-golpe. Se suma a cientos de periodistas, académicos y funcionarios 

Foto: El exdirector de la revista política 'Nokta', Cevheri Güven, quien huyó a Grecia tras ser condenado.
El exdirector de la revista política 'Nokta', Cevheri Güven, quien huyó a Grecia tras ser condenado.

“Me siento mal… yo fui quien le animé para que huyera de Turquía… le había insistido desde hace tiempo, pero él quería esperar porque creía que obtendríamos una pena más reducida…”. El antiguo director de la revista política 'Nokta', Cevheri Güven, lee en la prensa que su compañero Murat Çapan, editor de la publicación, ha sido detenido mientras cruzaba de manera ilegal, junto a otro grupo de fugitivos, la frontera entre Grecia y Turquía.

El periodista decidió darse a la fuga después de conocer su condena. El pasado lunes el 14º Alto Tribunal Penal de Estambul hizo pública la sentencia: 22 años y 6 meses de prisión para los dos responsables del semanario. La acusación, “incitar una revolución armada en contra del Gobierno turco”. La prueba, una portada polémica que hace responsable a Recep Tayyip Erdogan de la espiral política y de violencia del país. El montaje muestra una hoja de calendario, el 2 de noviembre (día posterior a las elecciones que ganó su partido, el AKP), como el inicio de “la guerra civil en Turquía”.

Así pues, este miércoles por la noche, Çapan fue descubierto por la policía en el pueblo fronterizo Uzunköprü de la provincia de Edirne, en el oeste del país. Ahí esperaba a colarse en Grecia, según la agencia estatal Anadolu, junto a un académico y dos profesores que habían perdido su trabajo tras los recientes decretos presidenciales; y un policía retirado. En la nota de prensa, el Gobierno les acusa de “sospechosos gulenistas” (miembros de la organización de Fhettulah Gülen, a quien Turquía culpa de estar detrás del golpe fallido). “Consiguieron entrar en Grecia”, revela Cevheri a El Confidencial, “pero fueron devueltos a territorio turco por la policía griega”.

La vía de fuga para los perseguidos de Erdogan
Cevheri recorrió los mismos pasos que su compañero en septiembre del año pasado pero él sí logró dejar para siempre Turquía. La primera vez que fue detenido, en noviembre de 2015, fue tras la publicación de la portada por la que pasó dos meses en la prisión de Silivri. Tras el alzamiento militar de julio del año pasado, supo que volvía a estar en busca y captura por lo que decidió esconderse durante dos meses en casas de amigos. Hasta que pensó en abandonar de manera ilegal el país. “Sabía que ya no había justicia para los periodistas, que cualquier turco crítico con Erdogan iba a terminar entre rejas”, explica a El Confidencial en una conversación de teléfono.

En los días siguientes, Cevheri visitó los locales adyacentes a la estación de Aksaray en Estambul, “donde los refugiados sirios buscan a los traficantes”. No tardó en encontrar la primera oferta, por 20.000 euros le sacarían en bote a él, a su mujer y a sus dos hijos. “El precio para los refugiados es más bajo, pero cuando saben que eres un fugitivo, las mafias suben la cantidad”, asegura Güven. Desde la purga lanzada por el Gobierno, y tras la caída del flujo de refugiados en el mar Egeo, las bandas han organizado este servicio para quienes huyen de la justicia turca y desean salir del país.

Después de vender su coche y varias de sus posesiones para financiar la huída, el traficante condujo a la familia hacia la provincia de Edirne, en una zona frondosa donde el límite fronterizo entre ambos países, de 182 kilómetros, está marcado por el río Meriç. “Ahí nos montaron en un bote pequeño de madera, pero no íbamos solos, viajaba con nosotros una mujer arquitecta gulenista que también estaba en busca y captura”, cuenta Cevheri. A remo, no tardaron en cruzar los escasos 150 metros hasta la orilla griega.

Tras unas horas de caminata por el bosque, el grupo decidió tomar un taxi, pero el conductor los entregó a una comisaría de policía. Así, fueron trasladados a un campo de refugiados donde el antiguo director de una de las revistas más prestigiosas de Turquía tuvo que residir algunas semanas. “Me gustaría pedir a las autoridades fronterizas europeas que se compadezcan de quienes huimos de la justicia turca. Los periodistas o académicos que son devueltos a Turquía van directamente a la cárcel. No hay clemencia para nosotros", suplica Cevheri.

¿Cuántos ciudadanos turcos han huido?
La cifra de prófugos que han abandonado Turquía desde el golpe de estado fallido es desconocida, pero la Asociación de Periodistas Turcos (TGC) publicó en el mes de abril un informe según el cual 123 informadores han huido de manera ilegal en los últimos meses. Un país en el que 165 profesionales de los medios están en prisión, según la Plataforma para el Periodismo Independiente P24. Las acusaciones más graves contra periodistas, editores o columnistas, es la vinculación a un grupo catalogado como terrorista, como los kurdos separatistas del PKK, o la organización de Fethullah Gülen (el caso de la revista Nokta).

 Así, de manera inevitable, los campos de refugiados y apartamentos de los focos migratorios de Europa ya no solo hospedan a migrantes de países en guerra, sino también a periodistas, académicos y funcionarios turcos que comparten refugio con gulenistas, combatientes del PKK u otros perseguidos por Erdogan. Así lo describe a este diario uno de los periodistas que prefiere mantener el anonimato. En uno de ellos, Güven contribuye como puede a la red de apoyo para quienes han huido de Turquía. Y también mantiene activa su vocación, “intento hablar con abogados y familiares de víctimas de torturas para publicar artículos en internet”, asegura. Incluso ahí, el ex director de 'Nokta' recibe amenazas a través de las redes sociales: “No importa donde vayas, te encontraremos”.

Otro periodista consultado por este periódico que se infiltró entre refugiados sirios en un bote hinchable para llegar hasta las islas griegas afirma que, “hay muchas personas escondidas en Turquía esperando a cruzar pero la policía y los servicios de inteligencia está descubriendo estas rutas”. En el último año, la Gendarmería ha realizado centenares de detenciones a afectados por la purga gubernamental que intentan cruzar la frontera por la provincia de Edirne. Algunos de los casos más conocidos han sido los 3 miembros del comando submarino acusado de intentar secuestrar a Erdogan; o los 4 miembros del grupo marxista armado DHKP-C que viajaban escondidos en la plataforma de un camión.

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