viernes, 14 de julio de 2017

El meteorólogo


Gustave Le Gray, 1856
 Su especialidad eran las nubes: las largas plumas de hielo de los cirros, las torres granulentas de los cumulonimbos, los jirones recortados de los estratos, los estratocúmulos que arrugan el cielo, como hacen las olitas de la marea con la arena de las playas, los altoestratos que forman velos en el sol, todas las grandes formas a la deriva bordeadas de luz, los gigantes algodonosos de los que caen la lluvia, la nieve y los rayos. Sin embargo, no era una persona que estuviese en las nubes... al menos, yo no lo creo. Nada de lo que sé de él hace pensar que fuera un fantasioso. Respresentaba a la URSS en la Comisión Internacional para el Estudio de las Nubes, participaba en congresos pansoviéticos sobre la formación de las nieblas y en 1930 había creado la Oficina del Tiempo, pero esas denominaciones poéticas no lo hacían soñar, se tomaba todo eso en serio, como un científico que desempeña su profesión al servicio, naturalmente de la construcción del socialismo; no era un profesor Nimbus. Las nubes no eran un pretexto para soñar, nada vaporoso había en él, hasta lo imagino algo rígido. Al pasar a ser en 1929 el primer director del Servicio Hidrometeorológico de la URSS, se había propuesto hacer un catastro de las aguas, otro de los vientos y otro del sol. Seguramente no veía nada pintoresco al respecto; en estos proyecto de cartografiar lo inaprensible no había solicitud alguna a la imaginación, lo que le interesaba era lo concreto, realidades mensurables, los encuentros de las grandes masas de aire, el estiaje de los ríos, la formación del hielo y el deshielo, la evolución de las lluvias, la influencia de esos fenómenos en la agricultura y la vida de los ciudadanos soviéticos. También en el cielo se edificaba el socialismo.
   Había nacido en 1881 en Krapivno, un pueblo de Ucrania.

El meteorólogo
Olivier Rolin

   Alekséi Feodósievich Vangengheim se dedicaba a estudiar las particularidades meteorológicas del vasto territorio soviético. Sin embargo, en 1934 será acusado de traición al régimen y encerrado en un campo de trabajo. Durante todos los años en los que Alekséi estuvo preso hasta su muerte, dirigió la mayor parte de su correspondencia a su hija, Eleonora, que tenía cuatro años en el momento de su detención.
ADIVINANZA. "Una casa de unos centímetros,/Unas hermanas viven en ella./Adivina cómo se llaman"

CARTAS. "¿Has recibido los nidos de pardillo y de varákushka?" (Última carta, del 19 de septiembre 1937)

CARTAS, "¿Has recibido tu segundo zorro azul?" (Última carta, del 19 de septiembre de 1937)

Pentágono, cuadrado, círculo, elipse, espiral, triángulo, simetría, asimetría



 "Uno de mis conocidos ha hecho aquí, para que su hija aprenda a contar, un herbario con hojas, una, después dos, luego tres, después cuatro..." (Pável Florenski, carta del 3 de julio de 1935)

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